La evolución tecnológica se produce a un ritmo cada vez más acelerado, impulsada por las necesidades de las y los propios usuarios. Estos avances generan ventajas productivas, inclusivas y de mejora del funcionamiento social desde el punto de vista de la digitalización de la economía, el conocimiento y las instituciones, por lo cual, resulta de gran relevancia plasmar en la regulación todas las reglas que permitan su completo aprovechamiento.

El desafío asumido por el Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM), como ente regulador, consiste en trabajar para que la tecnología 5G sea una herramienta igualitaria que provea un marco de ventajas sociales y que ofrezca los instrumentos necesarios para fomentar el desarrollo, no solo en los grandes núcleos económicos, sino también en la totalidad del país, con un enfoque federal que consolide la inclusión digital.