En los últimos años, se implementaron en el país diversas leyes y políticas públicas orientadas a erradicar la discriminación hacia las personas lesbianas, gays, bisexuales, trans e intersex (LGBTI+). En este marco, se desarrollaron una serie de estrategias para promover y garantizar a dicho colectivo el reconocimiento de sus derechos, incluido el de la comunicación y la representación.

La identidad de género se corresponde con la vivencia interna e individual del género, es decir, tal como cada persona la siente, que puede concordar, o no, con el sexo asignado en el momento del nacimiento (a partir de su genitalidad), e incluye la vivencia personal del cuerpo.

Desde este planteo, los medios de comunicación desempeñan un papel significativo en la sociedad actual, ya que la reflexión sobre los discursos mediáticos permite reconocer los modos y procesos mediante los que se construyen las representaciones sociales de los distintos colectivos.

Así, los medios adquieren un rol activo en la difusión responsable de problemáticas y cuestiones que interpelan a la sensibilidad de la opinión pública. Y dado que desde el Observatorio entendemos a la comunicación como una herramienta para el desarrollo de una sociedad democrática, reconocemos que la disponibilidad de recursos para comunicadores produce un impacto en la calidad de las informaciones.

Por eso, y con el objetivo de consensuar buenas prácticas periodísticas, elaboramos una serie de recomendaciones para el tratamiento mediático de casos relacionados con identidades de género, orientación sexual e intersexualidad. Las mismas hacen referencia a respetar el principio de autodeterminación de las identidades y orientaciones sexuales, promoviendo discursos que no prejuzguen o desacrediten la autonomía de los individuos al definirse; preguntar a las personas el modo y el pronombre con el que prefieren ser nombradas; evitar la presentación mediática de la comunidad LGBTI+ a través de formas estereotipadas que deriven en discursos violentos, discriminatorios y/o estigmatizantes; fomentar enfoques que visibilicen la diversidad y que cuestionen la dicotomía varón/mujer y la heterosexualidad obligatoria como único modelo legítimo de cuerpos, identidades, relaciones y familias; asesorarse con las organizaciones, instituciones y/u organismos vinculados a las temáticas, dado que las mismas cuentan con profesionales capacitadas/os para brindar talleres y/o charlas; entre otras.

En este sentido, desde los medios de comunicación se trabaja para resguardar y respetar el derecho a la información y a la libertad de expresión, lo cual supone una comunicación accesible, respetuosa y de calidad sobre aquellas temáticas que atañen a todos los grupos sociales que interactúan en la dinámica social.

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